



La kombucha casera
receta fácil, deliciosa y explicada en condiciones

Si a estas alturas de la vida la palabra «kombucha» no te resulta familiar es porque llevas poco conociéndome.
Cada dos por tres me puedes ver en redes —sobre todo, por Instagram— enamorada de mi kombucha, con su scoby bailando a sus anchas por el tarro… si hay días que hasta le hablo, en incluso le canto, ¡ja, ja, ja!
Así que por eso mismo llego a este artículo con muchas ganas de contarte cómo la preparo y algunos consejitos extra que debes saber para no tirarte de los pelos cuando te pongas a ello.
También voy a explicarte qué es la kombucha en realidad, y lo más interesante: la receta para que la elabores tú en casa.
Después de que te lo cuente, hacer kombucha artesanal te va a parecer cosa de niños.
¡A tomar nota, que empezamos!
Qué es y cómo se hace la kombucha
Antes de detallarte cómo hacer un rico té de kombucha, digo yo que es importante que sepas qué es la kombucha, ¿no te parece?

La kombucha es una bebida fermentada dulce, algo carbonatada y un poquito ácida. Esta mezcla natural la convierte en deliciosa, con sus burbujitas finas y suaves, y hasta algo adictiva.
También tiene microorganismos vivos que ayudan a la microbiota intestinal, como el resto de alimentos probióticos que ayudan a fortalecer el sistema inmune.
«Muy bien, Sara, pero ahora, dime, ¿cómo se hace la kombucha?»
El té de kombucha se hace con té, azúcar y la acción de la colonia de levaduras y bacterias llamada «SCOBY» que, en inglés, se traduce en Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast.
Este SCOBY es un disco de grosor variable, con textura gelatinosa y color marrón claro, y es lo que llamamos «madre» de la kombucha.
Su fermentación es aeróbica.
Esto quiere decir que no se realiza aislada de los microorganismos del aire —como sí es el caso del chucrut o de los vegetales encurtidos—, sino alimentándose también con oxígeno.
Por eso tapamos el tarro con un paño o utilizamos fermentadores que dejan que entre el aire, para que «respire».
Ahora, veamos la receta de la kombucha, con sus ingredientes, proporciones y utensilios básicos.
Kombucha: la receta casera sin misterios
Preparar kombucha en casa es fácil.
Quizá, al principio, te comas un poco la cabeza por si te equivocas, por si fallas en algún ingrediente, o por mil historias que pueden pasarse por tu mente.
Pero tranqui, porque es normal que las primeras veces dudes; a todos nos ha pasado.
Por eso, te voy a dejar aquí las proporciones, los utensilios y los ingredientes con varias consideraciones previas, necesarias para que te salga bien.
Poco a poco irás conociendo a tu SCOBY, tanto si es la madre como si son las hijas de fermentaciones anteriores, y tu kombucha casera saldrá cada vez más a tu gusto. ?
¡Toma nota, que empieza la marcha, fermentista!
Ingredientes para kombucha casera
Para esta receta necesitarás:
- 1 disco o madre de SCOBY (puedes usar más de uno, pero uno es el mínimo).
- Té verde, negro, blanco, rojo… o cualquier té con teína que no esté aromatizado con aceites esenciales. Puede ser en bolsitas o en hebras.
- Cultivo iniciador, o lo que es lo mismo: té de kombucha de una tanda anterior, donde se suele guardar el SCOBY.
- Agua sin cloro. Si no sabes, aquí te cuento cómo eliminarlo del agua potable.
- Azúcar. Puede ser de caña o de remolacha.
Si no tienes SCOBY, cultivo iniciador o no sabes cómo conseguir una madre, que no cunda el pánico. En un ratito te cuento un secreto para hacerte con uno sin depender de nadie. ?
Ahora veamos los utensilios necesarios para fermentar kombucha en casa.
Utensilios para preparar kombucha
Los materiales para poner en marcha tu nuevo cultivo de kombucha son:
Kombuchera de 7 litros de vidrio Kefirko
- Un recipiente de vidrio de entre 3 y 5 litros, de boca ancha para que entre la mano, y que tenga espacio para el oxígeno. Este te puede ir muy bien para cualquier cantidad de kombucha que quieras.
- Una cuchara de madera para remover el té. Por si acaso, a las bacterias de la kombucha, como al kéfir, no les sienta bien el metal ni el acero inoxidable.
- Una olla de cocina para llevar el agua a hervir e infusionar el té.
Y listo.
La capacidad mínima para elaborar té de kombucha dependerá un poco del tamaño del SCOBY que tengas, pero, por lo general, lo mínimo para que te cunda puede ser un litro, o un litro y medio.
En Ecovidasolar tenemos Scoby de kombucha para empezar a hacer tus propias bebidas en casa y las jarras de Kefirko que se pueden utilizar para la kombucha también, además de utilizarse para hacer bebida de kéfir de agua y de leche.
Medidas y proporciones para hacer kombucha
AGUASIN CLORO | CULTIVO INICIADOR | TÉ (cucharadas o bolsitas) | AZÚCARDE CAÑA O REMOLACHA |
750ml | ½ taza | 2 | ¼ taza |
1,5l | 1 taza | 4 | ½ taza |
3l | 2 tazas | 8 | 1 taza |
Receta de la kombucha
Una vez tengas todo lo anterior, viene lo más fácil.
- Lleva el agua a su punto de ebullición.
- Infusiona el té durante 10 minutos en tu kombuchera.
- Agrégale el azúcar y muévelo.
- Deja que enfríe hasta la temperatura corporal, como mínimo.
- Agrega el cultivo iniciador o kombucha madura. Si te falta, lee los consejos que te cuento más abajo.
- Añade la madre o scoby.
- Tápalo, y espera 5 días.
- Ve probando la kombucha para encontrar el punto de acidez y dulzor que te guste a ti. La kombuchera de vidrio de 7 litros de Kefirko incorpora un grifo que es perfecto tanto para probarla como para servirte cuando esté lista.
Puedes fermentar una segunda vez para dar sabores, pero esas recetas me las guardo para otro post. ?
Y ya está.

Consejillos interesantes para preparar tu kombucha casera
Te dejo algunas preguntas que te pueden surgir durante la preparación.
¿Cuánto debe infusionar el té?
El té debe infusionar durante 10 minutos en el agua ya caliente (80-90 ºC). Nunca lo hiervas.
¿Tengo que esperar todas las horas que sean necesarias hasta que el té se enfríe?
No tienes por qué. Puedes infusionar un té muy concentrado con la mitad del agua filtrada, y reservar la otra mitad en frío, para templarlo sin tener que esperar horas antes de introducir el cultivo iniciador y el scoby.
Eso sí: agrega el azúcar al té caliente para disolverlo mejor.
¿Qué hago si no tengo suficiente cultivo iniciador?
El cultivo iniciador —o kombucha madura anterior—, acidifica el té y lo mantiene a raya de posibles contaminantes.
Si no tienes suficiente cultivo para las proporciones de la receta por cualquier imprevisto, puedes agregar vinagre del tipo que sea (unos 30 ml por litro). Y si tienes un poco menos, tampoco pasa nada, porque se autorregula.
¿Y si mi scoby no flota?
El disco de la kombucha debe flotar en la superficie. Si ves que se hunde y que en los próximos días no se mueve del fondo ni un migajita, el scoby no es viable.
Sin embargo, si observas que se mueve a su aire por tu recipiente aunque no flote en la superficie, no te preocupes. Le gusta «explorar su casa», así que déjalo tranquilo.
¿Puedo tener mi kombucha cerca de otros fermentos?
En principio, puedes tener otros fermentos cerca de tu kombucha casera. Lo único que no debes olvidar es que no le falte oxígeno y que esté alejado de la luz solar directa.
¿La dejo fuera, la meto en la alacena, la guardo en la nevera?
Las bacterias, en general, prefieren los lugares cálidos para proliferar.
Tu kombucha puede fermentar por segunda vez en la nevera, pero en la primera fermentación, mejor déjala a temperatura ambiente. A menor temperatura, más lentitud de fermentación.
¿Puedo preparar kombucha sin azúcar?
Al scoby le gusta el azúcar de caña o el de remolacha porque es una sacarosa fácil de digerir, y se alimenta de ella junto al té. Si endulzas con azúcares complejos —como la panela e incluso la miel—, no es seguro que la fermentación prospere.
Una kombucha sin edulcorante no es kombucha. Sin embargo, el azúcar residual que queda tras la fermentación es muy bajo, así que, salvo que tengas una patología concreta que te obligue, no debería preocuparte.
¿Puedo usar otros tés o infusiones?
Infusiones sin teína o rooibos, no. A la kombucha le encanta el té verde y los tés sencillos en la primera fermentación.
Si el sabor no te convence del todo, en la segunda fermentación puedes ponerle frutas, hierbas u otros sabores que te gusten.
Si no tengo SCOBY ni cultivo iniciador, ¿no puedo hacer kombucha?
¡Tachán!
Puedes generar tu propio SCOBY.
¿Cómo?
Consigue una kombucha de cultivo vivo, vierte el contenido de la botella en un tarro de boca ancha con un paño y espera una semana.
Se formará una piel en la superficie que será tu próximo scoby.
Ya ves que te estoy contando todos los secretos… ¡no dirás!

¡A fermentar kombucha se ha dicho!
Y, con esto, cierro el artículo; ya lo tienes todo para preparar tu propia kombucha en casa.
La kombucha no solo tiene propiedades y beneficios probióticos que ayudarán a tu microbiota y a tu digestión; es que, además, está buenísima, con un equilibrio estupendo entre dulzor y acidez que me encanta.
¿Quieres saber más sobre la kombucha?
¿Mis recetas de sabores, beneficios e indicaciones de consumo en profundidad, historia…?
Pues pide por esa boquita, que es gratis, y lo mismo cae la breva. ?
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