



¿Qué es el kéfir de agua?
cuáles son sus beneficios y cómo prepararlo en casa para llenar tu organismo de vida

Llevo semanas queriendo explicarte mejor qué es el kéfir de agua.
Este fermento milenario me encanta, porque, además de fortalecer el sistema inmune, sienta estupendamente, ahora que viene el calorcito.
Así que acomódate, que empiezo.
Qué es el kéfir de agua
El kéfir —o gránulos de kéfir— es un cultivo bacteriano hecho de levaduras (hongos) y bacterias (lactobacilos) capaz de fermentar cualquier líquido rico en hidratos de carbono.
Normalmente, agua y azúcar.
La fermentación implica, con una dosis de temperatura y otra de tiempo, un cambio químico natural, producto de la simbiosis entre los elementos del cultivo.
En un par de días con agua y azúcar, los nódulos de kéfir dan señales de su primera fermentación con unas finas burbujitas.
Su color puede variar, pero el más común, el marrón claro, es producto de la mezcla entre los gránulos y el azúcar, y se reproducen cada vez que los cultivamos.
También se conocen como tibicos, u hongos del Tíbet.

El kéfir de agua es una estupenda opción para refrescarte de forma saludable y ayudar a tu microbiota intestinal.
Al estar compuesto de microorganismos vivos que aportan vida al organismo, es un buen chute de alimento para reforzar el sistema inmune.
Y su origen está al otro lado del charco.
Origen del kéfir de agua
Los hongos del kéfir de agua, o tibicos, no tienen nada que ver con el kéfir de leche, de origen caucásico.
Su origen no está del todo claro, unos autores comentan que está en México, de unas plantas nopaleras (familia de los cactus) llamadas Opuntia, de cuyas excreciones azucaradas se alimentan para reproducirse. Otros autores explican que su origen está en el tibet.
De su historia extraemos las propiedades curativas atribuidas a las bebidas que se preparaban con ellos.
Y, a día de hoy, el kéfir gana adeptos por momentos —nosotros entre ellos—, por lo bien que sienta al consumirlo y el sabor tan especial que tiene.
Poco a poco se va investigando más sobre el kéfir y sus propiedades, y descubriendo sus beneficios para la salud.
Veamos unos cuantos.
Beneficios del kéfir de agua
¿Para qué sirve el kéfir? Partamos de la premisa de que es una bebida probiótica con microorganismos vivos.
«Sara, pero qué es un probiótico en realidad?»
PRO significa «que ayuda» y BIO significa «vida».
Así que la definición de «probiótico» vendría a significar que AYUDA A LA VIDA.
A esto atribuimos la sensación de bienestar que produce, porque favorece los procesos naturales del cuerpo. ?
#1 Ayuda a la digestión
¿Tienes digestiones lentas o pesadas?
Los microorganismos vivos del kéfir llegan al intestino y, desde ahí, ayudan a las bacterias intestinales a seleccionar lo que sirve de verdad.
Aligera con kéfir de agua tu digestión, y aporta una fuerza extra a tu pequeño ejército de defensas, que deciden con qué nos quedamos o con qué no.
#2 Refuerza el sistema inmune
Según los últimos estudios, la microbiota intestinal es capaz de reclamar linfocitos cuando el sistema inmune tiene deficiencias.
Es decir: cuando se producen enfermedades autoinmunes, la microbiota pide ayuda extra al cuerpo.
También educa al sistema inmune para responder ante amenazas tanto internas como externas.
Y el kéfir de agua, con sus microorganismos vivos, alimenta y refuerza a la microbiota intestinal.
Interesante, ¿verdad?
#3 Elimina las bacterias provocadas por los antibióticos
Como su propio nombre indica, el kéfir «ayuda a la vida».
Pues bien.
Los antibióticos, una vez realizada su función de eliminar bacterias nocivas, dejan residuos en los intestinos.
Los microorganismos del kéfir los eliminan.
#4 Reduce la presión arterial
Investigadores estadounidenses y brasileños comprobaron en varios estudios que la microbiota intestinal se «comunica» con el cerebro mediante una enzima fundamental para el sistema nervioso.
Esto equivaldría a decir que la microbiota y el cerebro se ponen de acuerdo, y una de las funciones que tratan es la autorregulación de la presión arterial.
De nuevo, volvemos al poder probiótico del kéfir ayudando a una superheroína del organismo: nuestra microbiota.
#5 Aporta vitamina B
La vitamina B, en todas sus variantes, se encarga de que algo tan valioso para nosotros, como es el sistema nervioso o el endocrino, funcione.
Metabolizar hidratos de carbono, producir dopamina y responder a funciones vitales como regular la temperatura corporal o eliminar toxinas son labores de la vitamina B.
El consumo regular de kéfir te ayudará con estos beneficios.
Cómo hacer kéfir casero de agua sin dudas
Preparar kéfir natural en casa es muy fácil.
- Pon los gránulos de kéfir frescos en un tarro de vidrio de boca ancha. Te recomiendo a mi querido Kefirko, por su comodidad con su colador incorporado y su facilidad de limpieza. Es ideal para empezar, con una capacidad de 0,848 litros. Si no, siempre te quedará un paño de algodón para cubrir tu tarro de vidrio.
- Agrega agua sin cloro. Puedes evaporarla o hervirla, y dejarla enfriar antes de añadirla.
- Añade azúcar de caña, o dátiles, orejones, miel, sirope… cualquier azúcar con hidratos de carbono.
- Deja reposar 48 horas, dejando que entre un poquito de aire, pero no motas de polvo ni insectos.
- Una vez pasadas las 48 horas, cuela los nódulos (nada de coladores metálicos, porque puede matar al kéfir).
- Deja fermentar por segunda vez durante 24 horas.
Si quieres fermentar más cantidad de kéfir, también tienes la Jarra Kefirko, que va fenomenal cuando tu cultivo crece y apetece tener más bebida fresca a mano, con una capacidad de 1,4 litros.
>> Descárgate aquí la receta del kéfir de agua en PDF
¿Quieres nuevas recetas con kéfir? Pídemelas en comentarios, y te cuento, que estoy experimentando mucho y con el calorcito que se viene te apetecerán más que nunca.
Contraindicaciones del kéfir de agua
El kéfir de agua tiene propiedades muy interesantes, que superan con creces a las contraindicaciones.
Sin embargo, ten ojo cuando:
- Tu estómago reaccione mal después de tomarlo.
- Tengas problemas de intestino permeable.
- Estés en tratamiento con inmunosupresores (caso de trasplantes o enfermedades autoinmunes como el SIDA).
Y, si tienes dudas, siempre puedes consultar a tu médico para asegurarte de que no sea contraproducente para tu cuerpo.
Cómo cuidar tus nódulos de kéfir de agua
Una vez que tienes tu kéfir listo para consumir, puedes iniciar un nuevo cultivo o conservarlo para otra ocasión.
Para conservar tu kéfir de agua cuando no continúas el cultivo, te recomiendo que lo mantengas refrigerado, en agua —siempre libre de cloro— con un poco de azúcar, y que los alimentes cada dos o tres días.
Así te aseguras de que tus tibicos estén siempre en perfectas condiciones.
Si no puedes alimentarlos durante más de dos semanas, lo ideal es que se lo dejes a alguien para que los alimente por ti.
El éxito al cultivar kéfir de agua llega cuando mantienes una regularidad con tus gránulos.
Ya te digo que los «bichos» del kéfir de agua aguantan bastante, pero te conviene saber cómo cuidarlos para que tus cultivos crezca y se mantengan llenos de vida.
¿Y tú, te animas a probarlo?
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