¿A qué edad pueden tomar los niños kéfir?

Sara Espinosa
Sara Espinosa | Líder en Ecovidasolar
25/09/2021 | Actualizado: 29/11/2023 25/09/2021
0 | 0 comentarios0 valoraciones
visibilidad 47506
¿A qué edad pueden tomar los niños kéfir?
Compartir:

El sentido común nos dice que entre los 2 a 4 años de edad es un buen momento para introducir kéfir a los niños.

Esta edad coincide cuando un niño alcanza madurez en su microbiota intestinal. Pero para todos no es igual, cada niño tiene su propio ritmo y también depende de otros factores.

Niños que toman kéfir

¿Se le puede dar kéfir antes de que alcancen esa madurez? Si te quieres quedar con la respuesta corta: sí. Pero bajo unas circunstancias muy concretas.

Muchos padres y madres que hacen kéfir en casa o (que empiezan por primera vez) se han hecho alguna vez esta pregunta. Y como el kéfir tiene muchísimas propiedades también queremos que nuestros hijos lo tomen, porque para ellos siempre queremos lo mejor.

¿Estará bien encaminado entonces nuestro sentido común?

A ver, ha sido difícil encontrar información, apenas se habla del kéfir en los niños.

Antes de atrevernos a dar por sentado nada y precipitarnos con la respuesta corta, he tratado de documentarme bien sobre este tema tan interesante: El kéfir y los niños.

En este artículo conoceremos en profundidad la diferencia que existe entre alimentos probióticos y fermentos; hablaremos de qué manera la lactancia materna está muy conectada con la madurez del sistema digestivo de nuestros niños y vamos a llegar al final a una conclusión dando respuesta a la pregunta:

¿Cuándo es el mejor momento para dar kéfir a nuestros hijos?

¡ Empezamos !

>

El kéfir y los niños según la visión de los nutricionistas y pediatras

A nivel nutricional el kéfir tiene muchos beneficios, eso ya lo sabemos. Y que tenemos dos tipos de kéfir: el de agua y el de leche.

Kefir de agua
Algunos de mis nódulos de kéfir de agua

¿Qué nos dirían los nutricionistas?

Algunos nutricionistas con un estilo saludable y que, con mucha seguridad, también hacen fermentos en casa, comentan que el kéfir puede ofrecerse a los bebés a partir de los 6 meses de edad, momento en el que se introduce al bebé en la alimentación complementaria poco a poco hasta el año de edad. Desde el punto de vista nutricional, el kéfir es un alimento complementario y facilitado a los niños en pequeñas dosis, diluidas o acompañando a otros tipos de alimentos podría ser un aporte estupendo en una alimentación sana y equilibrada.

¿Y la mayoría de pediatras?

En el caso de los pediatras, he podido encontrar una mención en la Asociación Española de Pediatría por la Dra. María Jesús Esparza en su taller que está disponible desde la web de la asociación considerando el kéfir de leche un derivado lácteo y como tal puede introducirse alrededor del año de edad del bebé. Al igual que el queso o el yogur, que también son fermentos, se considera que el kéfir entraría a formar parte de la alimentación complementaria dentro de este grupo.

El rey de los fermentos: un derivado lácteo, un fermento alcohólico

Pero claro, el kéfir, además de ser un derivado lácteo, también es un fermento alcohólico (tiene alcohol en pequeño porcentaje, como cualquier otro fermento).

Y si lo comparamos con la carga de microorganismos que tiene un yogur o un queso sabemos que el kéfir les gana por goleada, en el kéfir es más amplia. Por eso le llaman «El rey de los fermentos». Claro, esto me llevó a tirar más del hilo. Inmediatamente me hice la siguiente pregunta: ¿Hay alguna publicación que hable sobre los fermentos y los niños?

Lucia tomando kefir
Nuestra hija Lucía de 10 años con un vaso de Kéfir que preparamos en casa.

Factores a tener en cuenta antes de introducir fermentos a los niños

Encontré una publicación de dos doctores argentinos muy interesante en la que nos cuentan muchísimas cosas (tranqui, al final te dejo toda la bibliografía para que la tengas toda a mano). La publicación se llama Alimentos fermentados y probióticos en niños. La importancia de conocer sus diferencias microbiológicas.

Ellos explican que hay una serie de factores a tener en cuenta antes de empezar a introducir alimentos fermentados en los niños, nos hablan de la lactancia materna y también de la madurez digestiva.

¡Qué interesante!

Microbiota intestinal y lactancia materna

Nos cuentan la importancia que tiene la lactancia materna en el desarrollo digestivo de los niños y los beneficios que les aporta en su salud de forma general.

El cuerpo humano nunca dejará de sorprendernos cuando vemos que con la lactancia materna los bebés reciben entre 10.000 y 1 millón de microorganismos vivos al día. Además, esos microorganismos están diseñados especialmente para cubrir las necesidades concretas, especial de cada madre para cada hijo. Esto significa que el bebé recibe al día dosis específicas de probióticos que le ayudan a desarrollar su flora intestinal pudiendo determinar el nivel de salud en la edad adulta.

Un niño con lactancia prolongada ya tiene los suficientes probióticos, microorganismos y la suficiente vida en su flora intestinal como para meterle más.

Si nuestros hijos están sanos, fuertes, felices… se les puede dar kéfir antes pero realmente no es necesario, es más interesante que se beneficie de la leche materna sin duda.

La madurez digestiva se alcanza en los 1.000 primeros días de vida

Tener en cuenta el estado de madurez del sistema digestivo de nuestros hijos y su estado de salud en general nos dará la clave para introducir kéfir (y otros fermentos) en su alimentación. Hay especialistas que cuentan desde la fecha del nacimiento, otros, desde la fecha de la concepción. Podemos calcular una fecha que comprende entre los 2, 3 o 4 años de edad. La edad concreta va a depender de cada niño. Cada niño tiene su propio ritmo.

Alimento fermentado y alimento probiótico NO son lo mismo

No. No son lo mismo.

¿Qué es un alimento probiótico?

El ISAPP (International Scientific for Probiotic and Prebiotic) define de forma muy concreta lo que es un alimento probiótico y lo que este debe cumplir para diferenciarlo de un alimento fermentado que es más bien un alimento «diseñado» y cerrado:

  1. Microorganismos identificados: se debe conocer su nombre, género, cepa y especie.
  2. Deben estar vivos en el momento de su consumo.
  3. Certificado de estudio: que exista un estudio clínico que certifique que funciona y que tiene beneficios probados en nuestro organismo.

¿Qué es un alimento fermentado?

Un alimento fermentado no tiene que cumplir los 3 requisitos anteriores. Un fermento es un alimento vivo de microorganismos que conviven en simbiosis que transforma un alimento original para darnos otros beneficios y que está en continuo cambio, nosotros en casa no podemos identificarlos. Una misma cepa de kéfir puede cambiar a lo largo del tiempo su carga de microorganismos. Las diferentes cepas que se originaron en diferentes partes del planeta también son diferentes entre sí.

Por eso me encantan los fermentos porque existe una gran variedad de beneficios, es un alimento fácil de cuidar en casa que, al igual que la vida misma, es libre y cambiante. Sin embargo, un alimento probiótico es más un producto concreto y controlado.

Bacterias Lactobacillus y sus beneficios para los bebés

Si los probióticos beneficiosos son el quid de la cuestión ¿Qué bacterias probióticas del kéfir se han estudiado con niños y bebés?

Los lactobacillus. En concreto, Lactobacillus GG y Lactobacillus Reutreri, bacterias que suelen estar presentes en el kéfir de leche, se han administrado a bebés de menos de 6 meses para mejorar problemas de salud intestinal como la diarrea crónica vírica y el estreñimiento con cólicos del lactante que nos lo muestran en el año 2001 los doctores Hania Szajewska y Jacek Z. Mrukowicz en su estudio llamado Probiotics and acute gastroenteritis in children – critical review of published evidence y en el año 2011 un grupo de doctores del Departamento de Pediatría de la Universidad Federico II de Nápoles, Italia, con su estudio In Infants with Functional Chronic Constipation.

Conclusiones

Por un lado, vemos que incluso a bebés de menos de 6 meses se les da probióticos (del kéfir) para mejorar su salud intestinal y combatir la enfermedad de la diarrea vírica. Por otro, hay que tener muy en cuenta lo que nos dicen los dos doctores argentinos: que es importante tener en consideración el estado de madurez digestiva de cada niño y que cada uno lo desarrolla a su ritmo alrededor de los 1.000 primeros días de vida junto con la importancia que tiene para el desarrollo y crecimiento la lactancia materna.

En los casos de lactancia materna, los niños ya están protegidos por su madre con la suficiente vida en su flora intestinal, probióticos y microorganismos de la leche materna. Se les puede dar kéfir antes aunque no es necesario, lo realmente interesante aquí es la importancia que se le da a nivel de microorganismos a la lactancia materna exclusiva y a la lactancia prolongada.

Si tenemos niños sanos, felices, que juegan y arman «jaleo» podemos introducir los fermentos con más seguridad cuando el niño alcanza su madurez intestinal que puede ser a los 2, 3 o 4 años.

¿Y en otros casos? Pues dependerá de las circunstancias de nuestro hijo, de lo rica que sea su alimentación complementaria, de su estado de salud, de su propio desarrollo.

Siempre, en caso de duda o que pensemos que el kéfir podrán ayudar a nuestro hijo a mejorar algún aspecto de salud, podemos preguntar a un especialista o al pediatra por el mejor momento para introducir kéfir a nuestros hijos.

¿A qué edad empezaron a tomar kéfir tus hijos? Te leo siempre en comentarios.

0 comentarios

Escribe un comentario

** Es necesario estar logueado para realizar un comentario ** Pulse aquí