



¿Problemas con la panificadora?
Elabora un delicioso pan crujiente, mullido y tierno siguiendo estos 3 pasos

Lo sé.
Cuando decides comprarte una panificadora, lo que quieres es ahorrar tiempo y tener pan casero recién hecho cuando te apetezca.
Quieres un pan crujientito por fuera, bien mullido y, por supuesto, que esté tierno por dentro.
Y me parece genial.
Es lo mejor del mundo mundial, y es lo mismo que yo disfruto con mi panificadora Edel cuando la uso.
Sin embargo, hoy escribo este artículo porque muchas personas me llaman, después de comprar una de nuestras panificadoras, comentándome que no funcionan.
Me cuentan que el pan les ha salido como una piedra, que se ha quedado chato, o que es una auténtica plasta que no hay diosa que se lo coma.
Y lo entiendo.
Estrenan su flamante panificadora y, en lugar de una buena hogaza de pan, lo que reciben es un buen sopapo de realidad.?
Si a ti también te ha pasado —o temes que te pase—, quédate.
Tras leer el artículo descubrirás en qué te estás equivocando, y lo mejor: sabrás obtener ese rico pan con la corteza crujiente, la miga tierna y la deliciosa textura que tanto deseas.
Sin errores.
¡Panaderos, manos a la obra!
Por qué tu panificadora te da problemas
Al principio me preocupaba que las panificadoras Unold que vendíamos estuvieran mal.
Pero, con el tiempo, me he dado cuenta de que, en realidad, las panificadoras no son el problema.
El problema suele ser que, con la emoción de hacer pan casero, nos saltamos los pasos previos y consideraciones necesarias para que todo salga bien.
Como consecuencia, en lugar de un pan tierno, nuestra hogaza parece un trozo de auténtico hormigón.
Te cuento los 3 errores más frecuentes que me suelo encontrar al otro lado del teléfono y te paso mi receta para que tu primera vez con tu panificadora Unold sea todo un éxito.
Vamos a decir adiós a los panes mazacote de una vez por todas. ?

Error #1: saltarse el manual de usuario y la receta de prueba del recetario
Este parece muy obvio…. pero pasa más de lo que parece.
Cada una de las panificadoras que tenemos en Ecovidasolar incluye un libro con tooooda la información que necesitas para que te salga un pan en condiciones.
Además, el recetario de la panificadora Unold trae una receta de prueba para empezar.
Esta receta de prueba es fundamental, porque te ayuda a observar y entender el proceso de fermentación y amasado de la panificadora sin desperdiciar harina, levadura o agua.
Y, además, te ahorra el mal trago de obtener un pan imposible de comer. ?
Solucionar este error es sencillo: lee el manual de usuario, y pon en práctica la receta de prueba, antes de liarte a echar ingredientes en la cubeta como si no hubiera un mañana.
Te prometo que me lo agradecerás.
Error #2: utilizar levadura de repostería
¿Has utilizado los típicos sobres de levadura —rojos, naranjas o del color que sean—, para bizcochos y pasteles, para hacer pan en tu panificadora?
Pues la has liado, pollito.
La levadura de repostería, química o polvo de hornear no es apta para hacer pan, ni a mano ni a máquina.
¿Por qué?
Porque, en realidad, este producto no es un fermento; es un impulsor químico de la masa, que la gasifica y la hace subir al producir CO2 cuando se junta con el acidulante que incorpora.
Es para pasteles, tartas, magdalenas, bizcochos… Pero ya está.
Así que si la has usado en la panificadora… es normal que tu pan parezca cualquier cosa… menos pan.
¿Moraleja?
Olvídate de utilizar levadura de repostería (y cualquier otra levadura no panificable, dicho sea de paso), y utiliza una levadura panificable o para panadería.
Error #3: utilizar proporciones imposibles de levadura, agua y harina
Este es otro error estrella.
Cada levadura, ya sea masa madre, fresca o seca, tiene su tiempo justo de levado; es decir, que cada una tarda su propio tiempo en subir y hacer que el pan crezca y se ponga hermoso.
Cuando sube, es porque tiene suficiente «alimento que comer» —en esto consiste la fermentación, que te cuento en otro artículo en breves— con la harina y agua incorporadas.
¿Y qué sucede si no tenemos esto en cuenta?
Muy fácil.
Si nos pasamos por el forro de la nariz que cada levadura tiene un tiempo de levado y diferentes necesidades de alimento, nos topamos con la cruda realidad de que el pan, al hornear, se hunde por completo, porque la levadura se ha quedado sin alimento.
Como todo en esta vida, esto también tiene solución.
En un ratito te explico cuáles son las proporciones adecuadas de cada cosa dependiendo de la levadura que utilices.
Empecemos por el principio.
PASO 1: saber qué levadura elegir para hacer pan en la panificadora
«A ver, Sara, entonces… ¿qué levadura es mejor utilizar para hacer pan en la panificadora?»
Si estás empezando, te recomiendo la levadura seca, concretamente la de Biográ, que, además de ecológica, es una todo terreno y a mí me tiene encantada por lo bien que responde: es panificable, sin gluten (puedes usarla para hacer pan con y sin gluten) y tiene su certificación bio. Cosa fina que me encanta porque no hay una más completa que ella.

«¿Y no puedo usar masa madre? ¿Y la levadura fresca, qué?»
Que no cunda el pánico.
Puedes usar ambas.
Sin embargo, si quieres que tus primeros panes sean panes mullidos y no peñuscos incomibles, no te recomiendo que empieces por ellas.
Me explico.
Usando masa madre, el control sobre la fermentación en una panificadora es muy inestable; no la ves, no la observas ni sabes con certeza cómo reacciona. Y si no dominas el proceso natural de fermentación que digiere el pan de masa madre, menos todavía.
Con la levadura fresca ocurre algo parecido, aunque es más controlado.
Sin embargo, la levadura seca en polvo —como la de Biográ que te digo— presenta un proceso de fermentación más estable, lo que logrará que tu pan suba en condiciones sin romperte la cabeza con imprevistos.

Resumiendo.
¿Mi recomendación para tus primeros panes en panificadora?
Comienza por la levadura seca y, cuando la domines, prueba con la levadura fresca.
Cuando ya tengas manejo, podrás atreverte con la masa madre si así lo deseas.
Cómo usar las diferentes levaduras con la harina
Hoy estoy que tiro la casa por la ventana, así que te dejo un resumen de equivalencias de los diferentes tipos de levaduras con la cantidad justa de harina.
Levadura seca VS levadura fresca
La levadura seca equivale, aproximadamente, a una tercera parte de la cantidad de levadura fresca.
Por ejemplo, usar 5 gramos de levadura seca de panadería equivale a utilizar 15 gramos de levadura fresca prensada.
Cuántos gramos de levadura fresca y seca utilizar por cantidad de harina
Salvo que elabores panes o bollería con mucha grasa o muy dulces, la proporción ideal de levadura de panadería respecto a la harina es de aproximadamente un 2% de levadura fresca —o su equivalente en levadura seca—.
Un ejemplo.
Para 500 gramos de harina necesitarías 10 gramos de levadura fresca (o 3,3 gramos de la levadura seca).
Mantén la regla de tres del 2% considerando la levadura fresca; luego, aplica el equivalente en levadura seca.
Levadura de masa madre VS otras levaduras
Ya te comentaba que es complejo hacer pan con masa madre en panificadora.
Resulta más difícil todavía si no tenemos manejo ni práctica, ni conocemos en profundidad el uso de la masa madre ni sus estados de fermentación a simple vista.
Por eso, si te aventuras a hacer tu pan con masa madre en panificadora sin tener en cuenta bien las proporciones, el programa adecuado y el estado de fermentación de tu masa madre, probablemente el pan te salga vete tú a saber cómo.
De todas formas, más abajo te cuento las proporciones que a mí me dan buen resultado.
Si eres principiante y no dominas tu masa madre, hazte un favor: no hagas caso de esto último y ponte a practicar con la levadura seca. ?
PASO 2: elegir la proporción adecuada de levadura
Ahora que ya sabes cómo funciona cada levadura, toca elegir la proporción adecuada.
Relación de ingredientes para pan en panificadora con levadura seca Biográ
La levadura seca que no falla es la ecológica panificable de Biográ. Que, por si fuera poco, es sin gluten.
Proporciones para empezar a hacer panes mullidos en panificadora:
- 200 g de harina blanca de trigo (puede ser de fuerza)
- 200 g de harina de espelta
- 3 a 4,5 g de levadura panificable ecológica seca Biográ
- 275 ml de agua pura (yo uso agua destilada)
- 10 g de sal
Esta es la fórmula general que te recomiendo para que obtengas un pan en condiciones, crujiente por fuera y mullido por dentro, sin meterte en el berenjenal de la masa madre.
Relación de ingredientes para pan en panificadora con levadura fresca
Si ya dominas la levadura seca, la levadura fresca prensada puede ser tu siguiente paso.
Las proporciones son:
- 200 g de harina blanca de trigo (puede ser de fuerza)
- 200 g de harina de espelta
- 10 g de levadura fresca
- 275 ml de agua pura (yo uso agua destilada)
- 10 g de sal
¡A por ese pan de corteza crujiente! ?
Relación de ingredientes para pan en panificadora con levadura masa madre
La levadura de masa madre la obtienes con la fermentación artesanal de harina y agua que te cuento aquí.
Las proporciones son:
- 200 g de harina blanca de trigo (puede ser de fuerza)
- 200 g de harina de espelta
- 200 g de masa madre
- 250 g de agua pura (yo uso agua destilada)
- 10 g de sal
Ya sabes: solo para expertos en masa madre.
Nota: si tienes celiaquía o intolerancia al gluten, aquí tienes la receta de la masa madre sin gluten.
PASO 3: disfrutar de tu pan básico programando el tiempo que te indica la panificadora
Para terminar, te recomiendo que no te líes probando recetas de panes complicados al inicio.
Empieza con los panes básicos, y, conforme vayas teniendo práctica y manejando la panificadora y las proporciones, irás probando nuevas recetas.
Hay tiempo para todo —sobre todo en lo que a fermentación y panes se refiere—, y nadie nació sabiendo.
Ve paso a paso.?

Conclusión: así se hace un pan crujiente, mullido y delicioso en tu panificadora
Hazme caso, ve a lo sencillo y ten en cuenta lo que te he contado hasta ahora:
- Lee el manual de usuario de la panificadora.
- Utiliza levadura de panadería.
- Empieza por la levadura seca.
- Programa panes sencillos.
Y, entonces, créeme: tendrás ese delicioso pan que te abre el apetito, que te entra por los ojos y que se disfruta en la boca y el estómago.
¡Manos a la panificadora, panaderos! ?
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