Los peligros de las frutas deshidratadas comerciales

Las frutas deshidratadas son el snack ideal para picar entre horas.

Son fáciles de llevar, muy saciantes y tienen un sabor estupendo.

A mí me salvan más de una vez cuando me entra el gusanillo a media mañana o a la hora de la merienda, y a Lucía y a Fede les gustan mucho.

También me vienen divinamente si quiero darle un poco de vidilla a mis yogures, compotas, ensaladas y muchos platos más. Desde luego que tener un deshidratador te abre un mundo de posibilidades tremendo a la hora de utilizar y conservar todo tipo de ingredientes.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.

El proceso de secado de las frutas deshidratadas comerciales puede exponernos a ciertos tóxicos que no son precisamente saludables para nuestro organismo.

Y lo mismo sucede con otros de sus aditivos.

Por este motivo, en el post de hoy quiero advertirte de los peligros de algunos de estos alimentos, explicarte cómo funciona el proceso de secado y darte unos consejos para que todas las frutas deshidratadas que tomes sean sanas para ti.

¡Vamos allá!

¿Deshidratar alimentos es sano?

Deshidratar alimentos consiste en extraer el agua que estos tienen de forma natural.

Vaya, una manera muy sencilla de evitar que se echen a perder.

Aunque lo más común es hacerlo con frutas, también se hace con las verduras o incluso con setas.

Así que no hay ningún peligro en coger tus alimentos favoritos, cortarlos en rodajas finas y exponerlos al sol para que pierdan el agua con la luz y el calor.

De hecho, las primeras veces que Fede y yo preparamos chips caseros con las frutas de nuestro huerto lo hicimos de esta manera y nos quedaron estupendas.

Suena bien, ¿verdad?

Desde hace algún tiempo hay otros métodos para extraer el agua de los alimentos sin tener que esperar a que salga el sol. 

Me refiero a los deshidratadores, de los que ya te he hablado en otras ocasiones.

Vienen de perlas para el invierno o si tienes mucha fruta de temporada que quieres aprovechar, como hacemos en casa.

Nuestro deshidratador de acero inoxidable aplica calor para secar los alimentos de forma uniforme, es de bajo consumo y totalmente inocuo.

Como ves, cuando la deshidratación se hace en condiciones óptimas, no entraña ningún riesgo para tu salud porque simplemente estamos exponiendo la fruta a una fuente de calor para que se evapore el agua.

Pero, ¿qué sucede cuando no somos nosotros quienes controlamos este proceso?

Los peligros de la fruta deshidratada de los supermercados

Cuando las empresas utilizan métodos industriales para producir alimentos a gran escala, suelen introducir sustancias que pueden ser perjudiciales para nuestra salud.

Esto pasa cuando se aplican pretratamientos antes de introducir los alimentos en los túneles de secado para que pierdan el agua.

¿El objetivo?

Que mantengan un color más vivo y sean más atractivos.

En estos pretratamientos se suelen utilizar unos conservantes químicos llamados sulfitos.

Estos sulfitos se emplean en cantidades mínimas que están permitidas por ley. Pero, en muchos casos, ni siquiera aparecen en el empaquetado porque no es obligatorio indicarlo cuando la cantidad es menor de 10 mg/kg.

El problema viene del consumo acumulado de estas sustancias, que están presentes en muchos de los alimentos que tomamos en el día a día (refrescos, verduras, vinos, infusiones y un sinfín).

«Pero, Sara, ¿de qué problema estamos hablando?»

Pues resulta que según ciertos estudios, la ingesta acumulativa de sulfitos puede derivar en enfermedades alérgicas o inflamatorias.

La cosa no acaba aquí, pues también hay que echarle el ojo a otros componentes.

El problema está en los componentes en la deshidratación comercial

Los supermercados suelen vender chips deshidratados como si fueran la panacea: ideales para las personas a las que no les gusta la fruta o quieren picar algo sano.

Pero la verdad es que llevan algunos componentes que no lo son.

El primero de todos, el azúcar.

Consumirlo en exceso aumenta las posibilidades de adquirir diabetes de tipo II o de contraer enfermedades cardiovasculares.

Y todo por camuflar la acidez natural de frutas como los arándanos o las fresas.

Además, en algunos procesos de deshidratación comerciales se han encontrado restos de acrilamidas, sustancias químicas que pueden ser cancerígenas o causar daños neurológicos.

Para que tengan un aspecto más bonito, en ocasiones también se añaden aditivos alimenticios como la parafina líquida o el aceite vegetal.

Un cóctel explosivo, vaya.

Por supuesto, también hay empresas que realizan el proceso de deshidratación de forma orgánica, aunque sus productos no suelen venderse en grandes supermercados.

Fíjate bien en que los frutos deshidratados que compres:

• no lleven azúcares añadidos, 
• no brillen en exceso 
• y no tengan aditivos en la lista de ingredientes (por ejemplo, los que empiezan por E y van seguidos de un número).

Por qué conservar alimentos deshidratando

Como ya sabrás, en casa nos encanta deshidratar los alimentos porque sabemos de dónde proceden y evitamos desperdiciar los excedentes de temporada.

Son una alternativa que vale para un roto y para un descosido:

• Va bien para variar la alimentación y tomar fruta en un formato diferente. A los peques les suele chiflar.
• No pierden las propiedades originales y ocupan poco espacio. Cosa fina para los que tenemos despensa de cara a organizar mejor nuestra alimentación, como te contaba hace poco.
• Es ideal para comer sano sin cocinar ni pelar los alimentos y ahorrar tiempo.

Vaya, que vienen muy bien para cualquier apuro.

¿Cómo hacer chips de fruta deshidratada?

Hace un tiempo te contaba algunas recetas con alimentos deshidratados, pero hoy me apetecía darte otra idea que he probado hace poco.

Se trata de chips de fruta deshidratada, un mix sano y saciante para calmar el gusanillo.

Yo he elegido peras y ciruelas, pero tú puedes coger tus frutas preferidas.

Solo hay que seguir dos pasos:

1. Cortar las frutas en rodajas finas. Para eso, puedes utilizar una de nuestras mandolinas, que te permiten cortarlas de diferentes grosores y formas de manera práctica.

2. Después las colocas en la bandeja del deshidratador Status y las metes siguiendo las instrucciones de tiempo y temperatura que te indica su manual.

Consejo extra:

No introduzcas todas las frutas a la vez en el deshidratador. Pueden desprender agua y se mezclarían los sabores de unas con otras. ?

Para terminar, solo tienes que guardarlas en tarros de cristal o tuppers al vacío donde no absorban la humedad que han perdido. Otra opción de conservación es envasando al vacío con una máquina envasadora Status.

Cuando la preparas tú, la fruta deshidratada es una alternativa totalmente saludable para nuestro organismo.

Una solución rápida y con muy buen sabor para nuestro día a día.

Cuando lo pruebes, déjame en comentarios qué alimentos has elegido para tu mix de chips perfecto.

¿Quieres que comparta mis recetas de frutas y verduras deshidratadas contigo? Déjame saber en comentarios cuál es tu preferida y me pongo manos a la obra.