



¿Existe una sartén que dure, que sea sana y que te facilite la vida?

Si estás dándole vueltas a qué sartén elegir —ahora que las tuyas piden que las jubiles— o necesitas una nueva sartén, estás de enhorabuena.
En este post le doy caña al tema sin andarme con rodeos, explicándote todo lo que tienes que saber acerca de los revestimientos y considerando los factores que influyen a la hora de decidir.
Si buscas una sartén que te dure, que sea sana y que te facilite la vida, apunta, que empezamos.

Qué son las sartenes ecológicas y/o saludables
En Ecovidasolar una buena sartén ecológica debe cumplir con tres premisas:
- Libre de tóxicos. Eso es saludable para nosotros.
- Duradera. Queremos hacer una buena inversión.
- Comodidad. Nos gusta que cocinar sea fácil.
¿Qué cumple con todo?

Libre de PFOA y de aluminio, el acero inoxidable cumple con ambas, y asegura sartenes sanas y seguras.
Lo que más nos gusta es su inocuidad.
Esto implica que los alimentos no se contaminan porque ninguna sustancia migra desde la sartén.
Y este es el criterio que tenemos a la hora de elegir sartén.
Sin embargo, antes de hablarte de ellas, veo conveniente que sepas cómo funciona esta migración.
La migración de metales al cocinar: cómo, cuándo y dónde sucede
A lo mejor esto de la migración de los metales en la cocina te suena un poco a chino; a lo mejor no.
En cualquier caso, el asunto viene porque un metal puede ser neurotóxico en determinadas circunstancias.
Te lo comentaba cuando te hablaba del aluminio y Alzheimer.
Las sartenes de aluminio, por ejemplo, pueden generar toxicidad cuando la temperatura es alta, porque esta afecta a la estructura molecular del metal.
De hecho, hay países europeos (Bélgica, Reino Unido, Francia y Alemania) que ya han prohibido este material para uso alimentario.
Y lo mismo sucede con las que cuentan con un revestimiento: dependen de qué esté hecho el revestimiento y qué material recubren.
En cuanto el revestimiento se resiente, se sobrecalienta o se desgasta por el uso y su composición se altera, queda vía libre para que ciertas sustancias tóxicas migren a los alimentos al cocinar.
Ojo: muchas veces el problema no está en el revestimiento, sino en el material que recubren.
Por ejemplo, si tu sartén es de aluminio, pero el revestimiento está bien, no tiene por qué migrar a los alimentos.
Pero si el revestimiento se estropea o deja el aluminio al descubierto, entonces deberíamos cambiar de sartén.
Y aquí llega el momento de explicar de qué va el tema del teflón, PFOA y PTFE.
Qué pasa con el PFOA, el PTFE y el teflón
La historia se remonta a los primeros revestimientos de sartenes utilizados a partir de los 60, que fueron sustituyendo a las sartenes de hierro poco a poco.
Para garantizar antiadherencia, estos revestimientos se hicieron con PTFE (politetrafluoroetileno). En concreto, la empresa DuPont lo llamó y patentó como Teflon.
Y el emulsionante que lo obtenía era el PFOA (ácido perfluorooctánico).
Pero claro: este PFOA resultó ser tóxico (y armó una buena polémica porque DuPont, al parecer, lo sabía desde que lo empezó a utilizar).
El problema no estaba en el teflón (la marca registrada para llamar al PTFE), sino en el PFOA, que servía de emulsionante y que quedaba de forma residual en el producto final.
Por eso, el PTFE en sí no es tóxico (ya no se usa PFOA como emulsionante porque está prohibido), aunque esa es la creencia popular que todavía existe por aquella batallita.
Entonces, quédate con que:
- EL PFOA es una sustancia tóxica que se utilizó para fabricar teflón o PTFE durante años. Está prohibido hoy día.
- El PTFE es la capa negra antiadherente que reviste las sartenes. Ya no lleva PFOA y, hasta el momento, no se ha demostrado que sea tóxico; se considera INERTE. Esto significa que no reacciona ante sustancias químicas. Sin embargo, debemos cuidarlo como revestimiento para proteger los alimentos del material con el que está hecho la sartén. (En caso del acero inoxidable, el PTFE no es necesario porque la sartén no lleva revestimiento).
- El teflón es aquel revestimiento de PTFE y PFOA que patentó la casa DuPont. Hoy no se fabrica como tal.
Con esto queda claro que lo tóxico es el PFOA y el Teflon, dado que incluía PFOA en su composición.
El PTFE, sin embargo, no tiene que ver con el PFOA por sí mismo, y no se considera tóxico para cocinar.
En casa tenemos esto bastante presente, y, hasta ahora, hemos encontrado dos opciones que nos resuelven la papeleta.
Una es la de acero inoxidable, de la española Inoxibar, y otra es con un revestimiento de PTFE (recuerda: ya sin PFOA), de la sueco-alemana SKK.
Te las dejo explicaditas para que las veas y elijas la que mejor se adapta a ti.
Las mejores sartenes para ti son las que se adaptan a tu situación
Antes de nada, quiero dejarte clara una cosa.
Cuando hablamos de sartenes con materiales seguros no podemos olvidarnos de que el acero inoxidable es lo más inocuo.

Sin embargo, cocinar con acero inoxidable tiene su truco, sobre todo al principio.
De las dos marcas que trabajamos, yo recomiendo la de acero inoxidable sin níquel (perfecto para personas alérgicas o sensibles al níquel), Inoxibar.
Esta es la mejor opción —y la más saludable— si sabes cocinar con acero inoxidable.
Respecto a esto, te dejaré al final del artículo mis trucos para cocinar con acero inoxidable.
Sin embargo, si todavía no tienes maña en la cocina con él, o simplemente prefieres otro material, la marca SKK también es interesante y, si la cuidas bien, sus sartenes son saludables y limpias porque tienen un buen recubrimiento.
Veamos cada una capa por capa.
SKK: antiadherencia con 4 capas de recubrimiento

Esta sartén se compone de:
- Material anti-adherente reforzado con polvo de titanio.
- Una base de fundición de aluminio, por fuera y por dentro..
- Un recubrimiento de 4 capas de antiadherente, de la serie de fabricación Titanium 2000.
- Libre de PFOA y de Teflón (PTFE con PFOA, recuerda).
Qué debes tener en cuenta con la SKK
Si eliges la sartén SKK debes cuidarla muy bien, evitando detergentes fuertes y estropajos que puedan estropear la anti-adherencia.
Ya que es una buena herramienta, merece la pena cuidarla y lavar con cuidado a mano. Aunque es apta para el lavavajillas corremos el riesgo de que se ralle con otros utensilios o que las altas temperaturas y el agua constante junto con los detergentes y jabones deteriore la anti-adherencia más rápidamente.
Recuerda que el recubrimiento es fuerte, de 4 capas, pero que está hecha de aluminio.
Así que tampoco te recomiendo utensilios de acero inoxidable o madera, porque pueden rayar la superficie.
Para estos casos siempre recomendamos usar utensilios de silicona platino, inocuos y suaves pero muy higiénicos. No van a rallar nunca tu sartén.
Las claves de la seguridad y el mantenimiento del menaje de SKK están en el cuidado (y limpieza) del recubrimiento.
Inoxibar: sartén de acero inoxidable sin níquel
La Inoxibar es una sartén ligera, muy saludable y segura.

Resiste a la corrosión, a las rayaduras y a las altas temperaturas al mismo tiempo que está libre de:
- Aluminio
- BPA
- Níquel
- PFOA
- PTFE
- Ftalatos
Es ideal para las cocinas del tipo que sean: gas, eléctrica, vitrocerámica o inducción.
Y también es apta para el lavavajillas, así que podrás lavarla como prefieras sin preocuparte por los utensilios.
Por lo demás, es una sartén cómoda y ligera para cocinar.
La recomiendo sobre todo cuando quien la va a usar no puede sujetar una sartén más pesada, como es la SKK.
Mis trucazos para cocinar con acero inoxidable
Toma nota, que te vendrá bien para saber qué sartén elegir y así aprendes a cocinar con acero inoxidable.
Higiene en el primer uso
Antes de usarla por primera vez, limpia tu sartén con jabón natural y seca con un paño de cocina.
Temperatura perfecta
Pon el fuego a calentar al máximo y calienta bien tu sartén. Esto suele tomar unos minutos.
Tu sartén estará lista cuando, a un palmo de distancia, tu mano no pueda aguantar sobre la sartén ni un segundo.
Prueba del agua
Después del paso anterior comprueba (sobre todo en los primeros usos) que tu sartén está caliente como el asfalto de las calles de Estepa (Sevilla) a las 4 de la tarde en un día de agosto.
Para ello, echa unas gotitas de agua con las yemas de tus dedos sobre la superficie. Estará 100% lista para usar cuando se forme una bolita de agua que desaparezca enseguida.
Momento «grasita»
Entonces, pon el aceite o la grasa vegetal que necesites usar en tu preparación.
Reparte bien —con gracia, ya sabes— moviendo tu sartén desde el mango. Dale un buen meneo, porque aquí está la clave de la antiadherencia para cocinar con acero inoxidable sin níquel.
En ese momento, agrega los alimentos y empieza a cocinar normal.
¿Te quedó alguna duda?
En comentarios te leo para lo que necesites. ?
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