Descubriendo las botellas y jarras Vitbot
la belleza de un diseño ovoide que nos traslada a la antigüedad

Si el azul índigo te atrapa a primera vista, espera a tener una Vitbot en la mano. Su silueta ovoide —inspirada en la perfección de un huevo— no es solo preciosa: está pensada para cuidar el agua y hacerte disfrutar más cada sorbo.
Me pasó desde el primer momento: amor a primera vista. Desde entonces, cuando quiero acertar con un regalo especial, es mi elección segura.
Son recipientes para el agua diferentes, tienen presencia en la mesa y nadie se queda indiferente cuando las ve o las prueba. Vitbot rinde homenaje al agua con piezas elegantes y funcionales que invitan a servirla y a beberla con calma.
Descubriendo las Jarras y botellas Vitbot
Por eso forman parte de Ecovidasolar: porque suman diseño, salud y una experiencia de uso que se nota. El vidrio más sano para el agua: libre de metales y plomo Cuando empiezas a cuidar el agua que bebes —filtrándola, remineralizándola, hidrogenándola o solarizándola— pronto te das cuenta de que el envase importa tanto como el contenido. - No todos los vidrios son iguales. En la industria hay calidades y composiciones distintas según el uso.
En laboratorio, por ejemplo, se usan vidrios que no ceden componentes ni interfieren con los fluidos. - En casa, lo más seguro para el agua es un vidrio sin metales ni plomo.
Así evitas sabores extraños y posibles migraciones indeseadas.
Por eso las jarras y botellas Vitbot están fabricadas en vidrio libre de metales y plomo. Es un material neutro, seguro y duradero que respeta el sabor original del agua.
¿Alternativas para el día a día? Este es el mejor vidrio, de color azul y con forma de tinaja.
Se nota al beber y se disfruta más.
Y hoy, vamos a ir a un paso más allá...
¿Me acompañas?
Jarra azul Vitbot para servir el agua
En primer lugar, si queremos ir un poco más allá, el vidrio más sano es el vidrio que no contiene metales ni plomo.
En mi opinión personal y después de tener la posibilidad de hacer la prueba con diferentes materiales me quedo con el vidrio libre de metales y plomo. Este es el material perfecto para mi botella o mi jarra de agua.
Base de madera para Jarra azul Vitbot
Así que a día de hoy te puedo confirmar que mi agua, siempre que puedo elegir la conservo y la sirvo en un vidrio que se que es completamente sano, que no tiene metales ni plomo en su composición como es el caso de Vitbot.
En segundo lugar, está su color azul tan espectacular, lo que convierten a las Vitbot en herramientas perfectas para rituales de auto-cuidado.
En ho’oponopono, el agua solarizada actúa como un “limpiador” de memorias; el vidrio azul potencia este proceso porque filtra la luz, evita la degradación del agua y sintoniza con frecuencias asociadas a calma y claridad mental. Al exponer tu botella azul al sol, cargas el agua con una vibración más estable y agradable al paladar, reduciendo sabores extraños y manteniéndola fresca por más tiempo. Resultado: un ritual simple, estético y funcional que convierte cada sorbo en un recordatorio de intención, gratitud y bienestar.
Ánforas y formas ovoides: su impacto en agua y vino
¿Puede que la forma de los recipientes sea tan importante como para impulsar y mejorar de forma tan sutil el agua?
Es una pregunta aparentemente sencilla de hacer pero compleja de responder.
La primera vez que vi la Jarra Fruit of Life se me vino a la cabeza una imagen de una ánfora.
La palabra ánfora viene del griego amphoreus o amphi-phoreus que traducido significa algo así como "llevar a dos lados" y ya la etimología de la propia palabra nos da las pistas de qué sirve y qué es un ánfora, que no es más que una vasija con forma ovoide tradicionalmente acabada en pico que a día de hoy se sigue utilizando para almacenar y preparar alimentos como son el aliño casero de las aceitunas, transportar y fermentar líquidos como el agua, el aceite y el vino.
Por lo visto, se utilizan desde el Neolítico y que aparecen por primera vez en las costas del Líbano y Siria. El caso es que este utensilio lo han utilizado muchas civilizaciones y se sigue utilizando en la actualidad.
Sin duda, el huevo es la forma que mejor conserva la vida.
El paso de los años y sus usos a través de diferentes culturas han ido modificando un poco su forma y diseño en el tiempo.
Conservación, transporte y fermentación de alimentos en ánforas
Por su forma ovoide, las ánforas facilitan el transporte y el almacenaje de alimentos, especialmente líquidos, incluso en barco.
Algunas terminan en pico para clavarlas en la arena o enterrarlas y así proteger fermentaciones y conservar mejor. Su diseño favorece un movimiento circular durante el transporte que oxigena y mezcla el contenido, beneficioso para ciertas fermentaciones ricas en microorganismos. Hoy día, productores de vino natural de mínima intervención—destacan franceses e italianos, sobre todo sicilianos—recuperan su uso, igual que en la antigua Roma, donde fueron técnica de conservación y “curado” del vino.
En Georgia (Kakheti/Kajetia), cuna histórica del vino, se han hallado ánforas, prensas y cepas que prueban su empleo ancestral.
La tecnología actual confirma que el vino afinado en ánfora alcanza alta tanicidad—más taninos—y resulta más potente en sabor, color y aroma, con una fermentación uniforme y armónica.
¿Puede la forma de un recipiente impulsar algo tan sutil en una bebida? Todo indica que sí.
El Movimiento del Agua Viva: el elegante Phi Vortex en Vitbot
Hay un patrón que el ojo humano reconoce al instante cuando el agua y el aire se mueven: el vórtice Phi. No solo aparece en los fluidos; también lo intuimos en la naturaleza más serena: en la espiral de una concha, en la geometría de ciertas flores, en la forma de crecer algunas plantas e incluso en las imágenes de galaxias lejanas.
Es pura armonía hecha movimiento.
En términos matemáticos, este vórtice describe cómo un fluido circula y gira alrededor de un eje, como lo hace un remolino. Y sí, ese mismo fenómeno cotidiano que ves de manera más cotidiana en el desagüe del lavamanos tiene una versión más refinada y consciente cuando hablamos de agua viva.
Aquí es donde Vitbot nos enamora.
Su diseño permite que el agua reproduzca ese giro natural dentro de la botella.
Porque en la naturaleza el agua, como la vida, siempre se mueve: en arroyos y ríos crea pequeños remolinos que la oxigenan y la mantienen “despierta”.
Todo lo contrario a lo que ocurre cuando se estanca: es entonces cuando favorece la proliferación de bacterias y atrae hongos, virus y parásitos.
Con Vitbot, puedes mantener el agua en movimiento simplemente llevándola contigo o dándole un suave giro antes de beber.
Ese gesto activa el vórtice, mejora la oxigenación y, además, transforma lo cotidiano en algo visualmente precioso.
El remolino dentro de la botella no solo es funcional: es una pequeña coreografía que transmite equilibrio, frescura y una elegancia que difícilmente verás en una botella convencional.
¿Seguimos?
La proporción áurea de Vitbot, el número Phi y la secuencia de Fibonacci
Para las cosas bonitas y para la armonía en general parece que hay un número matemático que puede explicarlo.
Sobre este apartado me gustaría empezar por dos frases célebres que pienso que me nos ayudan a explicarlo:
"Dios algunas veces geometriza". Esta frase es de uno de los filósofos más conocidos, Platón.
"Se dice que la belleza está en los ojos del que mira", esta gran frase es de Oscar Wilde, me resulta muy inspiradora.
¿A quién no le gusta la belleza?
Creo que todos podemos coincidir en que una cosa bonita o hecha con cierta belleza es pura inspiración.
A los humanos nos atraen las cosas bonitas, elegantes, con cierta armonía.
El concepto de la belleza se ha intentado explicar a través de las matemáticas por muchísimos estudiosos, biólogos, músicos, botánicos, amantes del arte y artistas, ingenieros o gente de las finanzas...
¿Es posible medir la belleza y la armonía?
Los pitagóricos, que eran los filósofos matemáticos, no consideraban la estética una disciplina independiente de los números que estudiaban ya que, para ellos, la armonía también podía medirse y la relacionaban con el cosmos, meditaban sobre la belleza, la armonía y trataban de medirla matemáticamente.
El número áureo Phi (Φ,φ) que se llama así por el famoso escultor griego Fidias, autor nada más y nada menos que del Partenón de Atenas, se le conoce como número de oro o de Fibonacci. Este es un concepto que todos hemos estudiado en algún momento en el colegio y que está directamente relacionado con la belleza, la naturaleza y la armonía.
¿Significa que la belleza se puede medir con números?
Personalmente yo no tengo una respuesta aunque creo que Platón con su frase no andaba muy lejos de una posible respuesta.
La secuencia de Fibonacci (0,1,1,2,3,5,8,13…) y el número áureo Phi tienen relación, el primero entra dentro del campo de la aritmética y el segundo, Phi, es una construcción geométrica. Cuando se ven en conjunto, surge la espiral de Fibonacci, un diseño que nos hace entenderlo todo un poco mejor todo aunque no seamos muy buenos en matemáticas:
Diseño del video: lamentiraestaahifuera
Esta reproducción en forma de imágenes del proceso de la espiral de Fibonacci respeta la proporción áurea y tiene completa armonía de proporción.
En la naturaleza encontramos formas áureas por todas partes.
Conclusión
¿Es posible que la forma áurea que tiene la botella Vitbot vitalice o armonice el agua en su interior?
La evidencia definitiva quizá requiera más instrumentos de medición de los que tenemos a mano, pero hay algo claro:
- La botella cumple la proporción áurea: es un dato medible y el agua se adapta siempre a su recipiente.
- El agua en movimiento conserva mejor sus cualidades que el agua estanca.
- La forma ovoide de Vitbot favorece un vórtice interno suave que mezcla y oxigena el contenido.
- las botellas y jarras Vitbot replican un movimiento en vórtice en su interior cuando los movemos
- El vidrio azul, libre de metales y plomo, protege el sabor y la calidad del agua.
Con estos hechos, la pregunta deja de ser “¿funciona la magia?” y pasa a ser “¿cómo quieres beber cada día?”.
Si puedes elegir un recipiente que une diseño, ciencia práctica y un ritual que te invita a parar y disfrutar, la decisión es sencilla.
Haz la prueba: sirve tu agua en una Vitbot, dale un suave giro y compara.
Notarás el gesto, el sabor, la presencia en la mesa y la tranquilidad de usar el vidrio más sano.
No necesitas creer; solo necesitas cuidar el agua que bebes.
Las matemáticas tienen siempre una tendencia a contribuir al conocimiento de materias cotidianas, como el estudio del agua de la que todavía hay mucho por descubrir, que son fascinantes.
Da el paso hoy: elige tu jarra o botella Vitbot y convierte cada sorbo en una experiencia mejor.
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